La prestigiosa revista científica norteamericana "Astrophysical Journal" va a publicar en fechas próximas un hallazgo científico que desde luego da mucho que pensar. Parece ser que ni más ni menos que a 1400 millones de años luz de distancia, concretamente en el sistema binario de galaxias 3C321, un agujero negro existente en una de las dos galaxias está emitiendo un poderoso torrente de radiación que destruye en su camino todo lo que toca, planetas, estrellas de la galaxia vecina sucumben a su rayo poderoso, Todo es destruido sin remisión. A este agujero negro se le ha bautizado como "Estrella de la muerte" aquella meganave de "la Guerra de las Galaxias". El torrente está compuesto por una combinación de rayos X y rayos gamma, y ha sido descubierto por el telescopio espacial Chandra y por el Hubble. Al parecer también nuestra galaxia "La Vía Láctea" cuenta con uno de esos agujeros negros, aunque inactivo por el momento.
El Universo continuamente se está creando y destruyendo a la vez, la Tierra se crea y se destruye, la vida se crea y se destruye. Estamos sometido a la ambivalencia de dos fuerzas antagonistas y necesariamente cooperadoras, en la que una no puede existir sin la otra. Esto me recueda al dios Shiva, dios de la mitología hindú que se representa danzando una eterna danza de creación y destrucción. El es la fuente de toda creación y la fuente de toda destrucción, el uno no puede existir sin el opuesto, la materia sin la antimateria, la vida sin la muerte. A Shiva sus devotos le ofrecen fuego, se purifican con fuego. A lo mejor siempre hemos estado mas cerca de la verdad de lo que pensamos. Parece hacerse realidad la frase de Harrison Ford en Blad Raner "He visto naves en llamas mas allá de la Constelación de Orión".
