viernes, mayo 11, 2007

Temperatura del mar



Me parece interesante reproducir en el blog el mapa que reseña en diferentes colores la temperatura del mar. En él, se puede apreciar en colores rojos, verdes y azules el distinto grados de calor de la masa marina del Planeta. Esta siempre es superficial, ya que a poca profundidad las variaciones estacionales son mínimas. A poco que nos fijemos podemos comprobar el arranque de la corriente del Golfo que ciñe las costas de la Península de La Florida, y que en su camino hacia Europa sea la responsable del clima tan benigno que disfrutamos en este continente, ya que en invierno cuando en Terranova el mar está helado, los puertos europeos permanecen libres de hielo. Los colores azules no se aventuran mas allá de los cuarenta grados de latitud Norte y Sur, y podemos observar el enorme calor del mar en la zona intertropical, destacando el Océano Indico, el Océano Pacífico, en torno a las costas de Asia y las enormes islas de Insulindia, el Atlántico central, el Caribe y las Antillas, sin olvidarnos del Mar Rojo. En cuanto a los mares templados, el Mediterraneo es su prototipo. Podemos ver la profundidad de la corriente fría de Canarias hasta Cabo Verde, también las corrientes de Benguela y Humboldt, cada una en su continente. Los mares templados de Australia, América y Japón. En cuanto a los mares fríos, los de la Bahía de Hudson, Alaska, y el terrible Cabo de Hornos en el extremo sur del continente. Los mares fríos de Tasmania y Nueva Zelanda, y los mares de Barents y Kara, y las costas del norte de Europa en torno a las islas Loffoten junto al cabo Norte, con su nariz apuntando al Ártico.
Todo esto es así, con el permiso del calentamiento global que lo puede trastocar y modificar, ya que el Mediterraneo ya se está comportando como un mar tropical, con migración de especies y la llegada de otras nuevas. El equilibrio en la Tierra es más débil de lo que puede llegar a parecer.

jueves, mayo 03, 2007

Gravedad cero


Hace tan solo unos días el físico británico Stephen Hawking experimentó la sensación de flotar ingrávida mente en gravedad cero. Esta posibilidad se le brindó al científico tras revelar en un programa de televisión la enorme ilusión que le haría viajar al espacio y de paso experimentar la sensación de la ingravidez. Estas palabras y estos deseos valen más, si tenemos en cuenta que el maravilloso científico, vive postrado más de veinte años en una silla de ruedas, y que se comunica con el mundo gracias a un sintetizador que mueve con sus músculos faciales. Desde luego la trascendencia del viaje es enorme, lo sería para una persona que gozara de todas sus facultades, imaginarlo en el espacio flotando libre de las ataduras de su silla de ruedas nos pone los pelos de punta. Hawking experimentó la gravedad de Marte, posteriormente la de la Luna y por último la gravedad cero, pasó de un tercio, a una decimosexta parte y por último ausencia de gravedad. Parece ser que ya en el espacio, o volviendo de él, el científico manifestó su tremenda preocupación por la vida en la Tierra, por la enorme vulnerabilidad del planeta, y de la especie humana en concreto, por el calentamiento global, por la incidencia de algún virus de laboratorio o peligros similares. Este enorme científico trata de alertarnos de la enorme soledad del hombre en el espacio y de la enorme soledad de La Tierra en el Universo. Este hombre vestido con su traje azul de La Nasa, ha superado todo lo superable, es admirable por eso y es mi héroe.