Despés de lo de las velas, vamos a desdramatizar un poco.A veces la vida nos imprime un ritmo que nos hace contemplar el Mundo mucho más deprisa, y que, como no nos paremos a recapacitar, nos podemos ver como este pobre perro en el corre, desbordados por los acontecimientos. Cuando enfermamos por alguna causa, como ha sido nuestro caso recientemente, no nos queda más remedio que levantar el pie del acelerador, y darnos cuenta de que en realidad somos mucho más frágiles de lo que creemos, ya no tenemos ganas de nada, nos duele la cabeza, la fiebre por las nubes, la boca seca, la cara de acelga, el andar cansino, los escalofrios, creo que me voy a poner el pijama que tengo frio. Esto nos tiene que llevar a pensar, que debemos tomarnos la vida con más calma, con más sosiego, que parece que vamos siempre a apagar un incendio, como aquella película ¡¡deprisa,deprisa¡¡. Todo suele ser siempre más sencillo. Recuperate pronto.
