miércoles, enero 31, 2007

Una vela para Anna.


El pasado viernes la ONU declaró el dia de recuerdo internacional del Holocausto. No podemos olvidar ni ese día ni ninguno de nuestra vida que en pleno siglo XX se exterminaron seis millones de judios. Para ello se usaron todas las maneras posibles de las que la crueldad humana da muestras tan frecuentemente, y esto me llevó a recordar cuando visité la casa de Anna Frank, la casa donde ella, su familia y unos amigos se ocultaban, en las paredes de su habitación,en el color de las tapas del diario que su padre le regaló para su último cumpleaños,en las disputas cotidianas con su madre y con su hermana,en el miedo a hacer ruido durante el día,en el barreño para lavarse, en el desván, en el gato de los vecinos, en la cocina con sus pilas frias y con sus grifos altos, en las lentejas, las terribles lentejas, tan escasas. Ya que no puedo cerrarte la puerta para evitarte el frio, quiero que arda una vela en tu memoria