jueves, abril 29, 2010

¿De lo infinitamente pequeño a la nada?


En estos días estamos asistiendo en el Gran Acelerador de Hadrones de Ginebra, que es un enorme tubo a cien metros de profundidad y unos tres metros de diámetro y veintisiete kilómetros de circunferencia, a un experimento consistente en hacer colisionar dos haces de partículas protones y electrones con el fin de averiguar si más allá de los quarks y gluones estamos ante el principio elemental de la materia o... si estas partículas no son elementales y están compuestas de la llamada "partícula de Dios" el bosón de Higgs del que no se conoce su masa y para algunos ni tan siquiera su propia existencia. Esto nos mete en un terreno un tanto difícil, ya que cuanto más se descubre menos se encuentra y parece ser que todo está constituido de nada. Esto nos puede llevar a un punto en el que todo proceda de la nada, para el que todavía no tenemos ninguna explicación. Todo esto me lleva a pensar en las teorías budistas sobre la vacuidad, en las que se dice que la realidad no existe, que todo es un sueño, una ficción, que la materia es inconsistente y que nada existe por sí mismo. A veces, cuanto mas se investiga en la ciencia, mas nos acercamos a la filosofía.