A veces, absortos en nuestras vidas y en nuestros trabajos no nos damos cuenta, o no reparamos en el difícil equilibrio que supone la vida en la Tierra. Un complejo sistema de presiones, vientos, temperaturas que de forma conjunta permiten el milagro de nuestra existencia, el milagro de la vida. Una vida que... se sepa, no está presente nada más que en nuestro planeta, o por lo menos de la forma que nosotros la conocemos. Esta vida, de la que formamos parte, y que nos rodea en todos los sentidos, está sometida a normas no escritas que hacen que todo funcione como una perfecta sinfonía. En la que cada agente tiene su importante misión que cumplir y además no puede ser sustituido por nadie, sin que se note de alguna manera.
Desde hace ya algún tiempo, estamos empezando a recibir informaciones que nos hacen albergar ciertas preocupaciones sobre el futuro de nuestro planeta. Es indudable que se han venido alterando vientos presiones y temperaturas, y que éstas están contribuyendo a la modificación, a veces, substancial de valores que se habían asumido como apropiados y seguros.
Por eso es tan importante que nosotros, desde la comodidad de nuestro entorno, empecemos a valorar la vida como milagro de ese equilibrio que el hombre , a veces tan impunemente está contribuyendo a cambiar.
Tomo prestadas unas imágenes de la película Tierra de la BBC que se va estrenar esta semana, y que ojalá, sirva al menos para hacernos recapacitar a cerca de que solo tenemos una Tierra, y que no tenemos ni la remota idea de saber donde habrá algún planeta que se le parezca.
