jueves, mayo 03, 2007

Gravedad cero


Hace tan solo unos días el físico británico Stephen Hawking experimentó la sensación de flotar ingrávida mente en gravedad cero. Esta posibilidad se le brindó al científico tras revelar en un programa de televisión la enorme ilusión que le haría viajar al espacio y de paso experimentar la sensación de la ingravidez. Estas palabras y estos deseos valen más, si tenemos en cuenta que el maravilloso científico, vive postrado más de veinte años en una silla de ruedas, y que se comunica con el mundo gracias a un sintetizador que mueve con sus músculos faciales. Desde luego la trascendencia del viaje es enorme, lo sería para una persona que gozara de todas sus facultades, imaginarlo en el espacio flotando libre de las ataduras de su silla de ruedas nos pone los pelos de punta. Hawking experimentó la gravedad de Marte, posteriormente la de la Luna y por último la gravedad cero, pasó de un tercio, a una decimosexta parte y por último ausencia de gravedad. Parece ser que ya en el espacio, o volviendo de él, el científico manifestó su tremenda preocupación por la vida en la Tierra, por la enorme vulnerabilidad del planeta, y de la especie humana en concreto, por el calentamiento global, por la incidencia de algún virus de laboratorio o peligros similares. Este enorme científico trata de alertarnos de la enorme soledad del hombre en el espacio y de la enorme soledad de La Tierra en el Universo. Este hombre vestido con su traje azul de La Nasa, ha superado todo lo superable, es admirable por eso y es mi héroe.