martes, abril 22, 2008

La prueba


Ya me extrañaba a mi, ver el otro día por televisión a los "monjes tibetanos" patear las puertas de los comercios chinos en Lhassa, e incendiarlos poco después. Ya me parecía que algo no cuadraba, que no estaba en sintonía con su comportamiento. Los monjes y monjas tibetanos que han soportado tantos años de opresión en su propio país, encarcelados y torturados sin piedad y que han aguantado resistiendo con la única fuerza de sus convicciones morales superiores. Ahora no podían girar en sentido contrario y revolverse violentamente contra sus verdugos. Todo parecía muy extraño y... los servicios secretos británicos nos proporcionan la prueba. Los soldados chinos reciben la ropa con la que posteriormente se disfrazarian de monjes, para darle a China la excusa de una feroz represión que le asegure la paz y la tranquilidad en los Juegos Olímpicos. Terrible y maquiavélico.

jueves, abril 17, 2008

Alejandría Sumergida



Hace tan solo unos días se ha inaugurado en Madrid, en la sala de exposiciones del Matadero de Legazpi, la exposición de más de 500 obras, procedentes de los descubrimientos submarinos, de las ciudades sumergidas de Alejandría, Canopo y Heraclión. Por fin vamos a tener la oportunidad de contemplar las obras que durante tanto tiempo han estado cubiertas por el mar y que el investigador Frank Goddio ha tenido la suerte de rescatar. La exposición va a estar abierta hasta el 22 de septiembre y viene precedida por el éxito de haber sido visitada en Alemania y en Francia por más de un millón de personas. Estas piezas sobre todo nos llevan de la mano a la época de los ptolomeos, de los faraones griegos, que durante siglos gobernaron Egipto aunando la sabiduría milenaria egipcia y la ciencia y el mundo griego. Unieron Oriente y Occidente en el crisol de la gran biblioteca de Alejandría. Es fácil imaginarse a los reyes egipcios deambular por las enormes estancias de sus palacios y de sus templos, edificios que fueron más tarde engullidos por el mar y que ahora tenemos oportunidad de imaginarnos.