sábado, marzo 15, 2008

LIBERTAD PARA EL TIBET.


Otra vez la represión China en el Tibet. Otra vez se tiñen de sangre inocente las pacíficas tierras del techo del mundo. Otra vez China nos muestra su auténtico rostro, su feroz cara. El pueblo tibetano lleva décadas luchando por su libertad, arrebatada por China con total impunidad y con el silencio cómplice de la comunidad internacional. Lo que ahora sale a la luz no es más que una pequeñísima muestra del atroz sufrimiento del pueblo tibetano, de largas décadas de represión, de largas décadas de torturas, de centenares de monjes masacrados en las puertas de sus templos. China practica la tortura sistemática contra sus disidentes, torturas que nos espantarían están siendo aplicadas de forma continua en las lóbregas cárceles del Tibet. Limpieza étnica meditada y perversa, fomentando la inmigración masiva de miles de ciudadanos chinos, el aniquilamiento de su cultura milenaria. Los niños tibetanos ya no estudian tibetano en las escuelas, estudian mandarín, con el único objetivo de que cuando esos niños sean mayores no puedan entender sus libros, y sean ajenos a su cultura y a su religión. La comunidad internacional que tan sensible se muestra ante otras invasiones, debe exigir a China con rotundidad y firmeza la libertad para el Tibet.

lunes, marzo 03, 2008

Colapso ecológico hace mas de 4000 años.




Aquí cerca, en el Sureste de la península Ibérica se produjo hace mas de 4000 años un colapso ecológico que contribuyó de forma más que decisiva a la "superación" de una de las culturas más enigmáticas de Iberia, la "Cultura del Argar". A esta conclusión han llegado los componentes del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Murcia y que han publicado en la revista científica "Quaternary Science Reviews". Para demostrarlo procedieron al estudio de los granos de polen en dos sierras próxima, la Sierra de Baza y la Sierra de Gádor, la primera en la provincia de Granada y la segunda en Almería. Este estudio de los granos de polen y de los carbones nos demuestran que una de las primeras sociedades urbanas del Mediterráneo Occidental desapareció al talar masivamente los frágiles bosques del Sureste español. Por una parte la explotación minera de plata y de cobre exigía la tala masiva de árboles, y por otra los excedentes alimentarios exigían también los incendios de bosques para aportar más tierras de cultivo. Ambos procedimientos en una zona de tan difícil equilibrio ecológico terminaron por aniquilar la sociedad en solo 400 años. La falta de cobertura vegetal hizo imposible la agricultura y la ganadería, y esto provocó un "suicidio ecológico por sobrexplotación del medio".