miércoles, noviembre 28, 2007

Bases Españolas en la Antártida.





Ya se encuentran en el continente helado de la Antártida los científicos españoles que van a acometer otros cuatro meses de investigaciones en la zona, aprovechando el corto verano austral. España cuenta en la zona con dos importantes bases de carácter, no permanente: La Juan Carlos I que depende del Ministerio de Educación y la Gabriel de Castilla que depende del Ejercito de Tierra, esta última todavía permanece cerrada ya que la banquisa de hielo no permite el acercamiento del barco a tierra. Los científicos han viajado a la zona en el buque oceanográfico Las Palmas, a diferencia de otros años que lo hicieron en el Hespérides.Este año los científicos van a emprender investigaciones relacionadas con el cambio climático. Ya sabemos que esa zona del Planeta es especialmente sensible a los cambios de temperatura, y nos puede dar la pauta de futuras actuaciones. En el hielo de La Antártida están reflejados todos los cambios y la evolución climática que ha sufrido el Planeta. De ahí la importancia de este estudio. De su comprensión depende buena parte de la vida en La Tierra y el futuro de la vida del hombre. Recomiendo la lectura del Blog mas frío del mundo de Juan Carlos García Galindo que nos relata paso a paso la vida cotidiana de la base y los estudios que en ella se realizan, Toda una Gozada. Link.http://www.elmundo.es/elmundo/blogs/2006/expedicionantartida/index.html

miércoles, noviembre 21, 2007

THE WORLD WITHOUT US


“The World Without Us”

Una buena pregunta ¿Qué seria del Mundo sin nosotros?, ¿Cómo se regeneraría la Tierra?, ¿Cuánto tiempo tardaría esa “regeneración”?, ¿Qué especies sobrevivirían a nosotros?, ¿Qué especies se extinguirían sin nuestra presencia, o nuestra “ayuda”?. Todas estas preguntas tan inquietantes se las ha hecho ya el divulgador científico norteamericano Alan Weisman en un nuevo libro con este mismo título. La especie humana desaparecerá por causas que el autor no pasa a procesar, pero que como está el patio, puede ser cualquiera, un nuevo virus, una nueva enfermedad desconocida, la imaginación es libre, pero el reto es imaginar lo que pasaría en la Tierra ya libre de los humanos. Según el autor la mayoría de los animales domésticos correrían la misma suerte que nosotros, otros se integrarían en la Naturaleza. Los mares se regenerarían en solo mil años, y todo el Planeta en unos cien mil años volvería a los mismos niveles de dióxido de carbono que antes de nuestra presencia. Las centrales nucleares y la contaminación humana entorpecerían durante mucho tiempo la regeneración, pero no todo de lo hecho por los humanos sería negativo. La Tierra agradecería los puentes construidos, las especies se comunicarían con mayor rapidez, algunos ríos dejarían de ser fronteras, algunos estrechos también. La Tierra sin nosotros buscaría, como siempre ha hecho, el equilibrio, el maravilloso equilibrio entre presión y temperatura, nuestros dioses particulares

lunes, noviembre 12, 2007

ELIZABETH : LA EDAD DE ORO.



El día del estreno asistí a la proyección de la película "Elizabeth : La edad de oro" del director pakistaní Shekhar kapur y protagonizada en sus papeles principales por Cate Blanchett, Geoffrey Rush y Clive Owen.
A la reina Isabel la llevan casi a la sacralización, y en una de sus ultimas escenas aparece montada en un caballo blanco con su armadura reluciente y una enorme peluca rubia arengando a las tropas. De momento pensé en Juana de Arco, la Doncella de Orleans, y hasta parecía ,o bien que se le iba a aparecer Santa Catalina, o mismamente que iba a volar, puestos a disparatar cualquier cosa es posible. En esa misma escena el personaje dice que "ella representa la libertad y que España representa la Inquisición", como si no se supiese la facilidad con que rodaban cabezas en la Torre de Londres, su misma madre a manos de su padre, y todos los desafectos a la postura que ella representaba, incluida, claro está su misma prima la reina Maria Estuardo, reina de Escocia que le cortan la cabeza después de tenerla recluida en prisión acusada de conspirar contra ella.
En el otro lado aparecen los españoles, los malos claro,además malos muy malos, cercanos al satanismo. La figura de Felipe II interpretada por Jordi Mollá es lamentable. El Rey Felipe aparece moreno, cuando todo el mundo sabe que era rubio, ahí están los cuadros del Tiziano, pero además aparece con dificultades para andar y hasta para hablar,casi un incapaz, balbuceando, agarrado a varios rosarios, ojos febriles y acompañado por su hija Isabel que lleva siempre en las manos una muñeca con la cara de la Reina de Inglaterra, misterio de los misterios ¿que hará la niña con la muñeca?, ¿vudu? no se sabe. Los embajadores españoles rozan la caricatura y hasta el enanismo, en contraposición a los aguerridos ingleses altos y perfectos.
Otra película donde de nuevo se recurre a los estereotipos fáciles, donde vuelve a estar presente la imagen distorsionada de la historia. En el cine los "malos" siempre son los indios, los japoneses, los nazis y los españoles. ¿Donde queda en la película la figura del Príncipe renacentista propietario de la mayor biblioteca de su tiempo, junto a la del Vaticano?, ¿Donde queda el coleccionista de arte, admirador de El Bosco?, ¿Una persona admiradora de El Bosco puede ser un integrista católico?, ¿Donde está el protector de Arias Montano?. Otra vez es injusto el trato dado a la Historia en el cine, y todo para engrandecer y casi sacralizar obsesiva mente a la Reina Isabel I de Inglaterra. Ambos fueron personajes de su tiempo, y como tal actuaron, y quizás que más extraño que el comportamiento de Felipe II,que al fin y al cabo defendía los intereses del mayor imperio de la historia, fuese la obsesión por no casarse de la reina. La historiografía inglesa todavía le va dando vueltas al asunto. ¿obsesión por la virginidad?, ¿Por algún motivo?, ¿Lesbianismo?. Entregarse en cuerpo y alma a su pueblo, la postura mas amable y benévola, ¿la más ingenua?.
La película termina afirmando que tras la derrota de España se abre para Inglaterra un largo periodo de tranquilidad política. Entonces... ¿como se explica que tras la muerte de la reina se inician al menos dos siglos de incertidumbre política, de cambios de dinastías, de proclamaciones de repúblicas efímeras, de ajusticiamientos de reyes y de guerras civiles, al menos hasta el siglo XVIII?.
Lo malo del asunto no es que el director o el guionista cometan errores, lo lamentable es que la inmensa mayoría de las personas que ven la película, tienden a creer lo que se les cuenta: la reina joven, hermosa, moderna, caritativa, amante de la libertad y de su pueblo, inmaculada, entronizada, vestida de blanco, devota, amiga y confidente de sus amigas, enamorada en silencio, abnegada... etc etc. La sola compilación de todas estas virtudes en una sola persona es sospechosa de que... en algo nos están mintiendo.

martes, noviembre 06, 2007

El Café Mercantil


Recuerdo que no llegaba a la barra del Café, una barra de acero y madera que me devolvía distorsionada la imagen de mi cara y de mi flequillo. Todos los días mi yaya me mandaba a comprar el café, me daba un recipiente de aluminio cerrado y me decía -Anda ve al Mercantil a comprar el café para ti y para el abuelo.-Después de andar apenas doscientos metros, con mi abrigo bien abrochado y moviendo en mis manos el recipiente vacío, llegaba a las puertas de cristal del magnífico Café Mercantil. Estaba deseando empujar las puertas para entrar, porque nada mas abrirlas, llegaba hasta mí el mas delicioso aroma a café recién hecho que he tenido ocasión de oler en mi vida. La cafetera era de metal, enorme y misteriosa, estaba llena de lo que a mí me parecían relojes con sus agujas negras y sus letras rojas en algún idioma extranjero.El camarero, desde detrás de la barra se inclinaba y me decía.-El café para tu abuelo como todos los días eh?, y dejaba arrastra la última sílaba en el aire, ehhhhh?, a lo que yo le respondía un escueto -si- moviendo la cabeza de arriba a abajo, viéndome reflejado en la alta barra del bar.Una vez el café en mi poder atravesaba el salón con columnas metálicas hasta la puerta de cristal, el límite entre la realidad y el añorado aroma de café de mi infancia.